viernes, 26 de septiembre de 2014

Las Reformas del IPN, mi opinión.

Este post es la opinión muy personal y particular de un pseudointelectual.


Los tiempos cambian.

Bajo esa premisa tenemos que todo lo que es se encuentra en un estado de evolución, el cual es inalienable e imparable. La evolución de las cosas no es la misma ni va a mismo ritmo.

Pero no se puede detener.

El Instituto Politécnico Nacional surge como la solución al proceso de industrialización del país, carente en ese momento de cuadros técnicos y científicos para soportar el crecimiento industrial, así como para mantenerlo.

En el momento histórico de la creación del IPN la necesidad fue resuelta, y ahora esa escuela es el parangón de las ingenierías en toda la nación, todo el país asocia el concepto de "ingeniería" con el Instituto, es parte de la cultura nacional también, es la mejor escuela de ingenieros, ¿alguien lo niega?

 Se supo adaptar a su tiempo, pues varias escuelas que hoy son de las de mayor abolengo en el instituto, como la ESCA o la ESIME ya existían como tales antes de la erección del IPN. Se supo unificar a un conjunto de instituciones que ya existían para modificarlas, mejorarlas, y hacer frente a los nuevos tiempos y las nuevas necesidades que se presentaron en su propia circunstancia.

El tiempo, en su devenir, destruye todo aquello que no es capaz de adaptarse a las nuevas circunstancias que aparecen, a todo aquello que no halla su acomodo en el seno del reloj de arena, porque el tiempo, asimismo, es lo único invariable en la existencia. El tiempo siempre gana, el tiempo no tiene rival, es lo único eterno.

Paralelo a esto, todo aquello que se adapta al tiempo, permanece y deja remanentes que también con el tiempo se vuelven una sola cosa. Ejemplos de ello sobran, cualquier libro de Historia Antigua, Moderna y Contemporánea pueden dar fe de todo aquello que no supo entender al tiempo y también de todo lo que sí lo hizo.

El tiempo ha cambiado ya.

Todo este prolegómeno aplica en el caso particular del queridísimo y respetadísimo Poli, pues las reformas al Reglamento Interno pretenden modificar el conjunto de enfoques que hasta este momento conservan, con miras al nuevo tiempo y a las nuevas exigencias que se presentan con ello.

Entrando en materia, el nuevo reglamento del IPN se concibe como una versión condensada del anterior, simplificando muchos puntos y resumiendo párrafos en oraciones. Los detractores comienzan a objetar esto argumentando "falta de claridad" en estos mismos puntos condensados.

Asimismo, en general el nuevo enfoque del IPN tiene un perfil empresarial, orientado a la productividad, a la innovación y al desarrollo de estas dos categorías dentro del marco de la educación científica y tecnológica.

Ahora bien, ¿porqué tanta oposición? ¿Acaso los estudiantes del Politécnico no quieren que su escuela siga siendo la mejor del país en ingenierías? un artículo establece que si los alumnos deben más de dos materias por más de dos cursos causarán baja definitiva. Quizá los inconformes creen que esto es malo, pernicioso y venenoso para su institución, yo quisiera saber porqué.

Es cierto que la principal queja radica en el punto que he mencionado, la perspectiva empresarial y productiva en detrimento de la perspectiva social con la que se concibió el Instituto, a eso venía la introducción a esta entrada, al hecho de que los tiempos cambian. Ya no es válido ni útil estudiar por el servicio a la Patria y a la sociedad por el simple hecho de que ya esos valores son arcaicos. Cuando un ingeniero ejecuta con éxito un proyecto relevante e importante, sí contribuye a su nación y a su sociedad, pero por añadidura. No es fin, sino un extra, un plus en su quehacer profesional. ¿Y no es más satisfactorio ser útil a la sociedad cuando primero has sido útil a tu familia, a tus seres queridos, a ti mismo a través de la realización personal?

Se ha criticado mucho el hecho de que las agrupaciones estudiantiles han sido limitadas hasta el punto de ser virtualmente proscritas. Si alguien me dice cinco asociaciones puramente estudiantiles que no sirvan para desestabilizar, vandalizar, delinquir y manipular, le prendo una veladora.

Un conocido ingresó hace un par de años a Ingeniería Textil, por lo sencillo que era, para cambiarse a Medicina. Esa vieja práctica se ha convertido en un sello del IPN a lo largo de sus historia. Con el nuevo reglamento, no más. Se quejan de que los profesionales mexicanos son incompetentes, pero quieren seguir brincándose de carrera porque no pudieron ingresar a la primera en la que querían. Esa es la semilla de los profesionales ineptos, desde cierta óptica. Que el que quiera ser ingeniero de Equis Carrera entre a la escuela correspondiente, no a una más sencilla para brincarse al segundo semestre.

Hace un momento conversé con un egresado, chairo para variar, pues un día me dijo que en su tiempo había sido hippie del rollo ropademanta-psicotrópicos-cabellolargo (para estas fechas es un señor mayor ya), y me planteó lo siguiente, respecto al tópico "TSU-Ingeniero":

"Dicen que con la reforma si no terminas la carrera con más de ocho de promedio sales con un certificado de TSU. Eso es malo porque, ¿quién avala al profesor para constatar que el estudiante merece más o menos de un ocho?"

Evaluación permanente. Es un concepto que muy pocos chairos comprenden. La evaluación permanente debe de dar el aval para que un profesor dictamine qué calificación llevará un estudiante. Además, el postulado que mencioné que me mencionaron es incorrecto por principio, pero no me extenderé en consideraciones técnicas del tema. Las personas que se oponen a la evaluación permanente son las mismas que creen que enseñar inglés en comunidades indígenas es del diablo o que los normalistas del Sur son los depositarios de la revolución, cuando no son más que unos revoltosos que no quieren hacer nada más que cobrar las prebendas que la docencia (profesión tan mancillada, lamentablemente) ofrece. El magisterio pasó de ser una ocupación nobilísima a ser el "ya que" de los universitarios. Penoso y deplorable.

A grandes rasgos, la reforma integral al Reglamento Interno del Instituto Politécnico Nacional tiende a hacer de esa escuela una institución dinámica y estricta, que genere a los profesionales que el país necesita. Es pulir y actualizar la normativa en pos de una educación científica de mejor calidad, es mejorar las propias condiciones de vida en las múltiples unidades académicas en general (que alguien recuerde la vida en las Vocas y Unidades en los 80's y 90's).

Lo que me parece más risible de todo este asunto es el hecho de que los críticos (que en su mayoría son estudiantes) repudien al Estado como culpable de este proceso (como si el Estado fuera directamente responsable de la reforma al Reglamento Interno del IPN), y, por otra parte, pidan, exijan, al Estado educación de calidad, y luego de forma gratuita y laica.

Que alguien me haga el chingado favor.


Ya no es "La técnica al servicio de la Patria", sino "La técnica al servicio del hombre".








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