Mi abuelo me regaló una navaja cuando yo tenía como trece años. Era una navaja muy buena, y muy bonita también, de una sola hoja, o sea, un cuchillo, no tenía más aditamentos. Su cacha era negra, con un águila impresa. Recuerdo que cuando regresamos a casa, en invierno, tuve que meterme la navaja en el zapato para poder pasarla en la Central de Autobuses, fue incómodo porque esa navaja mediría unos quince centímetros cerrada, y me caló mucho en el pie, después me di cuenta de que pude haberla llevado abierta, agarrada con los dientes, y no me hubieran dicho nada, pero, ¿qué se puede esperar de un niño de trece años?
lunes, 27 de octubre de 2014
domingo, 26 de octubre de 2014
El problema del transporte en la ciudad.
Partiendo de la premisa que sostiene que la Ciudad de México se ha convertido en una ciudad inhabitable, tenemos que los sistemas de transporte público que existen en la misma tienen que ser ineficientes. Tiene si lógica, pero, más importante que ello, es que es cierto, son malísimos.
sábado, 25 de octubre de 2014
De cómo Twitter se fue al carajo (para un usuario normal).
Yo antes era bien tuitero, estaba allí todo el día, eso, claro, mucho antes de que conociera siquiera PsPsE, B&GLLP y el resto de los espacios en donde he estado colaborando. Me la pasaba interactuando con un chingo de personas, conocí a dos tres amigos con los que sigo en contacto en otros medios, y alguna cosa más por allí.
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