En 1984, de Orwell, las casas tenían que tener una televisión 'transmisora-receptora', por obligación, para que el Gran Hermano pudiera ver lo que hacían.
La crítica contemporánea a la televisión, ya sea esta pública o privada, es por la calidad de los contenidos, y, derivado de esto, de su cantidad. En otras palabras, hay 'muchas cosas malas' en T.V. hoy día.
Mi amigo Káiser dijo que 'los internautas de hoy son los televidentes de ayer', cosa más cierta. Los públicos de internet, son exactamente iguales a los de la televisión, pero el salto cualitativo es que ya los internautas ven lo que quieren ver, no lo que hay en la barra nocturna, ya cada quién tiene su barra nocturna personalizada al cien por ciento, por la altísima oferta que existe. La cuestión ahora pasa a un plano más tabular, pues hay de todo y para todo.
Ahora bien, ¿cuál es la llave de la popularidad de ciertos canales de YouTube, que han tumbado en métricas a las propias televisoras?
jueves, 24 de julio de 2014
lunes, 21 de julio de 2014
El problema de las universidades públicas (Examen de Admisión y Derivados).
Acaban de salir los resultados del examen de admisión de la UNAM y el IPN, que son las escuelas públicas más importantes del país, el proceso de "Convocatoria-Registro-Aplicación-Rechazo-Manifestación" es algo que vemos todos los años, y que es extensivo también a la mayoría de las universidades autónomas estatales, y los motivos de siempre, aparecen:
lunes, 14 de julio de 2014
Lo que vi de #YoSoy132
Advertencia: Este post trata sobre el enfoque personal que tuve del movimiento de los 132, puntualizo,nunca simpaticé con su ideario, ni lo haré nunca. Dicho esto, continúen, por favor.
viernes, 11 de julio de 2014
Se acabó el Mundial.
Mañana acaba el Mundial de Fútbol (creo). Es un gran alivio que esto suceda, sobre todo con la prematura eliminación de Chile y de México del certamen. Realmente al 50% de la población el Mundial sin su selección le tiene sin cuidado. Al principio, sí, todo es risa y alegría, pero en cuanto sacan a tu país se vuelve medio monótono el asunto.
En México tenemos ciertos procesos, que se suceden con una periodicidad regular, y que vienen acompañados por mareas de publicidad bárbaras, estoy hablando, lógicamente de las elecciones, ya sean las presidenciales o las estatales, para elegir gobernador, estas suceden cada seis años, y entonces cada seis años la tele, la radio, la prensa y las calles están hasta la madre de anuncios, promoviendo a tal o cuál candidato. Al margen de la nula utilidad de estas estrategias de mercadeo (hasta cierto punto arcaicas, a mi punto de vista) es algo que ya forma parte del folclor mexicano, incluso hay un museo donde alguna vez expusieron una serie de artículos propagandísticos (el refresco con la cara de Zedillo es algo que hasta yo quisiera tener) a cual más extravagante. A lo que quiero ir con esto es a que con el Mundial pasa algo parecido.
Es cierto, independientemente de qué selecciones vayan quedando, el Mundial de a poco se ha vuelto aburrido, al igual que las fases finales de las grandes competiciones de equipos, a mi punto de vista, pues yo prefiero ver cien juegos moleros a uno excelente (aunque la final del Mundial no es garantía de ello), pero la cosa publicitaria es un ente al cuál no le interesa qué es lo que esté sucediendo en el corazón de sujetos como yo, y la euforia del Mundial es la misma desde que anuncian la nueva sede hasta que Shakira canta en la ceremonia de clausura, de modo que de pe a pa estamos mundializados.
En México tenemos ciertos procesos, que se suceden con una periodicidad regular, y que vienen acompañados por mareas de publicidad bárbaras, estoy hablando, lógicamente de las elecciones, ya sean las presidenciales o las estatales, para elegir gobernador, estas suceden cada seis años, y entonces cada seis años la tele, la radio, la prensa y las calles están hasta la madre de anuncios, promoviendo a tal o cuál candidato. Al margen de la nula utilidad de estas estrategias de mercadeo (hasta cierto punto arcaicas, a mi punto de vista) es algo que ya forma parte del folclor mexicano, incluso hay un museo donde alguna vez expusieron una serie de artículos propagandísticos (el refresco con la cara de Zedillo es algo que hasta yo quisiera tener) a cual más extravagante. A lo que quiero ir con esto es a que con el Mundial pasa algo parecido.
Es cierto, independientemente de qué selecciones vayan quedando, el Mundial de a poco se ha vuelto aburrido, al igual que las fases finales de las grandes competiciones de equipos, a mi punto de vista, pues yo prefiero ver cien juegos moleros a uno excelente (aunque la final del Mundial no es garantía de ello), pero la cosa publicitaria es un ente al cuál no le interesa qué es lo que esté sucediendo en el corazón de sujetos como yo, y la euforia del Mundial es la misma desde que anuncian la nueva sede hasta que Shakira canta en la ceremonia de clausura, de modo que de pe a pa estamos mundializados.
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