martes, 11 de agosto de 2015

No hagas la tarea.



No nos engañemos, ODIAS HACER LA TAREA.

Desde que aprendemos a leer, hasta que estamos a media hora de recibir un título como profesional, estamos siempre bajo la sombra de los trabajos que en las escuelas dejan para realizar en casa.


A menos que seas un apasionado del trabajo forzado (¿y si lo eres, por qué carajos estás leyendo este artículo?), la tarea nunca te va a gustar, así sean actividades ajenas a estar leyendo y escribiendo (¿Desde cuándo es mejor una visita guiada al Museo de Antropología e Historia con tus compañeros que una visita en la que solo vayas tú?). Nada es bueno a la fuerza.

En todo caso, lo único para lo que sirven las tareas escolares es para formarte el hábito de la disciplina, es para lo único en lo que estaría de acuerdo, y de todos modos tengo objeciones, porque al final ese hábito lo puedes adquirir de manera independiente y mediante otros métodos.

Nadie te va a matar porque no hagas lo que te piden en la escuela. A lo mucho, sacarás seis o algo así, ¿qué es lo peor que podría pasar, que no te otorguen la Medalla Gabino Barreda si es que estudias en la UNAM, por ejemplo?

Se supone que a la escuela uno va a estudiar y a aprender, no hay ninguna necesidad de continuar con ese proceso fuera de las instalaciones escolares, ¿entonces a qué chingados vas? Inclusive hay materias que no te van a servir para nada, y de las que no tienes ni qué estudiar en el tiempo mismo que se destina para hacerlo, ¿para qué vas a perder el tiempo continuando con ello en tu casa?

En las escuelas deberían dejar a los estudiantes tomar lo que quieran, de acuerdo a sus gustos y deseos, los currículos actuales son malos porque te obligan a estudiar cosas que no te gustan, que no te sirven y que no te servirán jamás.

Además, el 99% de los estudiantes que realizan sus trabajos escolares de mala gana, entregan trabajos mediocres, y los profesores ni siquiera se molestan en revisar la calidad de esos trabajos (por lo menos eso pasó en todas las escuelas en las que he estado, incluyendo a la UNAM en su momento) ¿Qué sentido tiene eso entonces? ¿De qué sirve que existan alumnos malos que entregan trabajos mediocres y profesores indolentes que no realicen el trabajo de revisar?  ¿Alguna vez has intentado bajar de internet una tarea para “fusilártela”? Te darás cuenta de que la mayoría de esos trabajos son malísimos. Una vez estuve buscando información para un negocio que eché a andar, y encontré muchos trabajos escolares al respecto, incluso hallé una tesina sobre el tema, y en nada de ello hubo algo que me sirviera de verdad, eran solamente palabras vacías (y la lección que aprendí allí fue que siempre será mejor la práctica a la teoría. Esa verdad es muy antigua, pero solo así fue clara para mí).

Si nos pusiéramos a hacer cuentas sobre el tiempo perdido que pasas en la escuela viendo cosas inútiles y el tiempo que destina en general a realizar tus deberes en casa, tenemos un amplio margen de tiempo que todos los días se está yendo por el drenaje, y todo para que de todos modos saques siete porque no te gusta la materia.

¿Qué hacer con todo el tiempo sobrante?

Tampoco es para que te lo pases sin hacer nada. El tiempo que te sobra es un tiempo excelente para hacer cosas de provecho, no se trata de no hacer la tarea y no estudiar lo que no te gusta por nada, debes suplirlo con cosas que te gusten y que te sirvan, por ejemplo, ¿no sería mejor aprender cómo administrar el dinero en lugar de aprender el falsacionismo de Popper? ¿No sería mejor aprender a relacionarte con otras personas en lugar de aprender a derivar? ¿No sería mejor aprender a hacer lo que te gusta, lo que te interesa, en lugar de intentar meterte en la cabeza algo que detestas, o peor aún, haciendo como que intentas meterte en la cabeza algo que no te gusta?

Por eso te aconsejo que no hagas la tarea, a menos que repruebes si no la haces (cosa que es cruel, absurda y estúpida). Después mirarás atrás y sabrás que no fue necesario que te pusieras a perder el tiempo haciéndola y que usaste ese tiempo en algo útil de verdad. Encuentra tu pasión, desarrolla tu obsesión y enfócate en eso en lugar de hacer la tarea.

¿Qué tus padres te regañarán por no hacer la tarea? Vamos, eso sería cierto si tuvieras cinco años y estés aprendiendo a escribir tu nombre. Si yo tuviera un hijo sería más feliz de verlo aprendiendo cosas que le gusten y le sirvan a estar mirándolo cómo se hace tonto intentando aprender cosas que simplemente son basura para él.

El tiempo es lo más preciado que puedes ofrecerle a los demás, para algunas personas llega a ser más valioso que el dinero mismo. No lo desperdicies en pendejadas sin sentido, tienes muchas cosas geniales qué aprender y qué hacer. 

Hazlas.

Nos leemos en otra entrada.

Tu amigo Dan Rojas.


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