Hace poco un amigo me preguntó que qué podía hacer para no
valer madres en la preparatoria (si la terminas con menos de 7.0 de promedio no
puedes postular para ninguna universidad pública en México), ya que estaba a
punto de bajar del siete en su promedio.
Yo le prometí que escribiría sobre ello aquí y que haría un
video con esa misma temática, coincidió su pregunta con el hecho de que cumplía
cuatro años de haber concluido la educación media superior.
Me sorprende que me haya pedido consejo a mí, que terminé el
bachillerato con 7.2, a tres décimas de punto de no poder postular para ninguna
escuela superior (aunque eso no me ha hecho tanta falta que digamos ni ha
significado un gran cambio en mi vida, y ya hablé de eso) y no a alguien que la
haya terminado con más de nueve de promedio, pero en realidad la razón de ello
es porque es bien cierto que, arriba de siete, el número NO IMPORTA PARA UN
CARAJO EN LA EDUCACIÓN MEDIA SUPERIOR.
Yo, que terminé la prepa de panzazo, puedo decirles con toda
seguridad que da absolutamente igual si la terminas de ese modo o si la acabas
con mención honorífica.
La primera clave de esto es comprender que la preparatoria
es solo una parte infinitesimal de lo que te aguarda en la vida, es el escalón
más pequeño, es una burla a tu intelecto, así que solamente debes verla así,
como una parte, no como un todo. De este modo te liberas del 95% de las
presiones asociadas, como hacer las tareas y demás obligaciones. En otras
palabras, ten la certeza de que algún día saldrás y no regresarás. Así que no
hagas la tarea, nunca jamás.
Después de esto, si aún no sabes qué es lo que quieres en la
vida, entonces recomendaría todo lo contrario, que te apliques mucho y saques
las mejores cifras, porque al no tener en tu vida nada más que eso, sería una
estupidez que encima de estar sin saber qué hay con tu vida, vayas mal en la
escuela.
Afortunadamente el porcentaje de las personas que no saben qué quieren
de su vida y además van mal en la preparatoria es más bien poco, así que
realmente tienes que ser muy muy difuso como para estar así. Estúdiale.
Si has decidido continuar con los estudios después de la
media superior, ahí te van estas sugerencias para no valer madres en la
preparatoria, y salir listo para el siguiente nivel.
1.- Ten la certeza de que solamente requieres el papel con
la calificación mínima para poder postular para una universidad (nunca se
fijarán en tu promedio, con que sea superior a siete punto cero, lo único que
revisan en las universidades es eso y que tengo el sello de legalización, para
corroborar que no sea falso).
2.- Si ya sabes qué vas a estudiar, comprende que las
materias que llevas en tu currículo y que no se relacionan con la carrera no te
van a servir jamás en la vida, de modo que ¿para qué aprenderlas? Personalmente
supe eso cuando estaba llevando Química, Física y Biología, de modo que siempre
peleé el siete, no aprendí nada, no me mortifiqué de más y al día de hoy estoy
muy satisfecho de no recordar nada sobre los alquenos, alquinos y alcanos, las
Leyes de la Termodinámica y los procesos de la reproducción celular. De igual
modo, si lo tuyo son las ciencias y se te dan las materias que acabo de
mencionar, ¿Para qué molestarse en aprender los eventos económicos que
originaron la crisis del ´76, el funcionamiento del keynesianismo o los
pensamientos de Wittgenstein? Incluso esto también puede ser aplicado y de
mejor forma en la universidad.
3.- No tengas miedo de que seas visto como un mal
estudiante. A la mayoría de las personas con las que estás interactuando en este
etapa no las volverás a ver jamás en tu vida, ya sean alumnos, profesores o
directivos, de modo que da absolutamente igual que tengas la imagen de una
lacra preparatoriana.
4.- Generalmente a las preparatorias no les conviene tener
un índice muy alto de alumnos dados de baja, de modo que en circunstancias muy
particulares, la escuela te aprobará para que no la hagas entrar en números
rojos. Eso lo constaté más de una vez (en la preparatoria yo me fui a un total
de 15 exámenes extraordinarios), debido a que cursaba los extraordinarios sin
estudiar previamente y sabiendo que no sabía ni madres, y siempre los pasé con
siete (se supone que la prepa en donde estudié tiene números muy altos de
calidad en el Estado de México). De todos modos no es tan aconsejable irse a
extras, porque tienes que pagar y pagar y pagar el derecho a cursarlos.
5.- Relacionado con el punto anterior, tampoco llegues al
exceso de que te valga madre absolutamente todo, porque puedes perder el
control y valer madres, en efecto. En mi caso fue un gran golpe de suerte el
que en segundo semestre no reprobara Álgebra y causara baja administrativa por
exceso de materias reprobadas (en ese año aún existía el límite de materias no
aprobadas).
6.- Granjearte el favor de los profesores es muy bueno
cuando son los de las materias en las que fallas, en verdad, la simpatía que le
inspires a cualquier docente SÍ sirve. Personalmente este consejo no me sirvió
mucho a mí porque yo estaba en muy buenos términos con los profesores de las
materias que podía aprobar con los ojos cerrados, y aunque eso no significaba
que me llevaba mal con los de las materias que no, tampoco que los tenía en la
bolsa, así que sí batallé un poco en ese sentido.
A menos de que en tu escuela media superior exista un Salón
de la Fama con las mejores calificaciones de la historia (que en todo caso
sería un Salón de la Fama con los más matados de la historia, y sería un lugar
de deshonra más que de gloria o fama) y que tú quisieras figurar entre esas
grandes luminarias del estudio, no hace falta sacar buenas calificaciones, es
más, ni siquiera hace falta aplicarse.
Usualmente estudias la preparatoria para.
A)
Ingresar a una escuela superior (para esto es lo
único que sirve sacar más de siete de promedio).
B)
Para conseguir un trabajo “mejor” de acuerdo a
tu escolaridad (esta es una verdad a medias, como veremos más adelante).
Para cada inciso, yo he pasado por las suficientes pruebas
para decirte que no hace falta ni siquiera aprender nada. Si vas a estudiar una
carrera de Humanidades, por ejemplo, ¿para qué te sirve aprender las relaciones
trigonométricas? Si vas a entrar a trabajar en un banco o en una constructora
como auxiliar, ¿para qué rayos debes saber la diferencia entre un ciclón, una
tormenta, una depresión tropical y un huracán?
En el momento de entrar a la Universidad, pierdes toda
noción de lo que era la prepa (lógicamente, de acuerdo a tu grado de madurez
mental, para mucha gente –la mayoría- es solo una extensión de la escuela
primaria), y te dedicas a estudiar solamente asignaturas relacionadas con el
ámbito que escogiste, pero incluso aquí también te encuentras con materias que
no te interesan, no te sirven, y si piensas hacer carrera profesional con lo
que estás estudiando (que el sentido común orilla a creer que es así, pero la
realidad es que no siempre es así), tampoco te servirán.
¿De qué te sirve
estudiar los fundamentos del marxismo si lo que quieres hacer es desarrollarte
en el ámbito de la política electoral (en mi caso, que estudié Ciencias
Políticas en la va, UNAM)? Y si analizas cada carrera, siempre encontrarás algo
que no encaje, que sobre, que no sirva.
Por otra parte, cuando entras a trabajar después de la
preparatoria, en Recursos Humanos (que me parece el peor lugar que puede
existir en el mundo contemporáneo) ni siquiera se fijan si tu certificado es
auténtico o falso, o si sacaste nueve o seis de promedio, el punto es que
tengas ese papel que avala que te encuentras dentro de un marco conceptual más
amplio que el de aquellos que no la cursaron. Nunca sabes qué te depara la vida
de Godínez (sí, yo fui Godínez como dos años de mi vida y les juro que es un
infierno todos los días y cada día es más malo), de modo que aunque entras como
auxiliar administrativo, puedes terminar en otro lugar, mejor o peor. Yo siempre
he tenido suerte, y en todo el tiempo que estuve trabajando en empresas, hacía
lo que me venía en gana, perdía un montón el tiempo, me permitían asistir a la
universidad y de todos modos odié cada trabajo que tuve. Y sobre todas estas
cosas, jamás usé nada de lo que vi en la clase de Literatura, Geometría
Analítica o Teoría del Conocimiento.
Todo lo que escribí arriba es válido para aquellos que
cursan Bachillerato General, o sea, cualquier prepa que no ofrezca carreras
técnicas, pues yo asistí a una preparatoria de ese tipo e ignoro lo que hay en
escuelas como el Conalep, el CBT, el CBTIS, CBTA, similares y conexos de la
República Mexicana. Aunque a juzgar por la opinión general y el tipo de
personas que he visto que estudian en esas escuelas, creo que deben ser mucho
más inútiles que las instituciones de bachillerato general, entonces podría
decir que estos puntos son válidos para esas escuelas también.
Sin lugar a dudas, la preparatoria, para quienes no tienen
una referencia previa, es un lugar de perdición, donde sacas lo peor de tu
persona y te abandonas al desorden, al vicio y a la procrastinación. Como
mencioné en mi artículo sobre el panorama general de la educación en México, es
la etapa en donde perfeccionas el arte de evadir las responsabilidades y
hacerte pendejo todo el día, todos los días, a menos, claro, que sí te guste
estudiar, y tengas muy altas expectativas de la educación media superior… Si es
así, ¿por qué rayos estás leyendo este artículo entonces?
Nos leemos en otra entrada.
Tu amigo Dan Rojas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario